Se quedan las universidades de Medicina sin catedráticos

Consalud.22 de enero de 2016. En las facultades de Medicina de las universidades españolas cada vez hay menos catedráticos y profesores fijos que compaginen su labor docente con su ejercicio como...

Consalud.22 de enero de 2016. En las facultades de Medicina de las universidades españolas cada vez hay menos catedráticos y profesores fijos que compaginen su labor docente con su ejercicio como médico en los hospitales públicos. Así lo alertan desde la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, cuyo presidente, Ricardo Rigual, explica a Consalud.es que, por diversos motivos, la figura del «catedrático o profesor vinculado» se está perdiendo.

«Las plantillas de catedráticos y docentes vinculados se están jubilando y no está habiendo renovación»

Esta figura especial la representan los catedráticos o profesores de Medicina, que tienen una plaza permanente (son funcionarios que han opositado a tal plaza) en la universidad, pero que además ejercen su labor asistencial en los hospitales. Esto les diferencia de los médicos que sólo ejercen como médicos, de los profesores que sólo ejercen como profesores y de los que compaginan ambas tareas pero no tienen una plaza fija en la universidad (los llamados «asociados»).

El problema, señala Rigual es que «las plantillas de catedráticos y docentes vinculados se están jubilando y no está habiendo renovación». Concretamente, en el caso de Andalucía sólo quedan 209 catedráticos con estas características para dar clases a todos los estudiantes de Medicina de las cinco facultades de Andalucía.

Y es que hay diversos aspectos que hacen que esta figura no sea atractiva para muchos profesionales. «En primer lugar, estos profesores, que suelen ser jefes de sección en sus hospitales, tienen mucho más nivel de exigencia, como profesores y como médicos. Tampoco, a nivel económico, están lo

suficientemente reconocidos. Y además, es difícil acreditarse como profesor vinculado, porque los criterios valoran más la investigación académica que el ejercicio como médico. Y, obviamente, los médicos tienen menos tiempo para investigar o dar clases», señala el portavoz de los decanos españoles, quien sí afirma que este último aspecto se está solucionando por parte de la Aneca, la agencia que ha de acreditarlos.

Sin embargo, a esta problemática se suma la falta de reposición de los catedráticos que se jubilan. «Tú puedes llegar a acreditarse, pero si ahora no salen plazas para poder ser un profesor permanente que también ejerza como médico, estamos en las mismas», indica Rigual.

EN MANOS DE LOS ASOCIADOS

«El hecho de que desaparezca esta figura no está en la mente de nadie. Lo que hay que hacer es buscar soluciones»

En el caso de que la situación llegara a ser extrema, y desapareciera esta figura de catedrático o profesor vinculado, toda la labor docente quedaría, bien en manos de profesores que sólo se dedican a dar clases, o en manos de los profesores asociados, que son médicos a los que la universidad le ofrece contratos temporales (de meses o años) para que también den clases universitarias. Pero para ello no es necesario que sean catedráticos ni doctores, ni que cuenten con una acreditación específica por parte de la Aneca.

Esto, para Rigual, supondría una «lógica pérdida de calidad docente. Porque las facultades se quedarían sin una plantilla profesional ni investigadora estable». Por ello, señala, «la posibilidad de que desaparezca esta figura no está en la mente de nadie. Lo que hay que hacer es buscar soluciones y hacer atractivo este puesto, para que los médicos no se conformen con ser profesores asociados», concluye.

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