Diario Médico, 11 de abril de 2016
Los estudiantes de Medicina rechazan la posibilidad de adelantar el examen MIR y de otorgar más peso al expediente académico en la nota final. El CEEM cree que la propuesta de los decanos es injusta y choca con la realidad burocrática.
El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) despacha con un no «rotundo y categórico» la posibilidad de adelantar la fecha del examen MIR y de otorgar más peso al expediente académico en la nota final de acceso al posgrado, los dos ejes centrales de la propuesta aprobada por la Conferencia Nacional de Decanos en su última Asamblea General, celebrada el pasado fin de semana en Ciudad Real. «Estamos en sintonía con los decanos en muchos aspectos, pero creemos que en estos puntos están fuera de la realidad, y su propuesta nos parece inviable«, afirma Víctor Expósito, presidente del CEEM.
Expósito argumenta que la disparidad de programas formativos existentes en las 40 facultades españolas de Medicina hace que «si acortamos el tiempo de preparación, los aspirantes no acudirán a la prueba en igualdad de condiciones. Los ocho meses que transcurren entre el final del grado y la fecha del examen (de junio a enero) son un factor de normalización que contribuye a homogeneizar esas diferencias. Hay facultades, por ejemplo, en las que sexto es un rotatorio clínico, y otras en las que se ven asignaturas teóricas en el último trimestre. Esos ocho meses permiten a los aspirantes hacer un repaso de todos los temas de la carrera y acudir al examen en igualdad de condiciones, sin posibles agravios comparativos».
El presidente del CEEM apela también a las dificultades burocráticas de adelantar el examen. «Es una oposición pública, con exigencias y plazos muy reglados que necesitan tiempo para cumplimentarlos. Ahora mismo hay estudiantes que aprueban en septiembre y no tienen tiempo de presentarse al examen de enero porque el título de Medicina no les llega a tiempo. Si adelantamos el examen, por ejemplo, a noviembre, ¿quién nos garantiza que todos los estudiantes tendrían el certificado de su título para presentarse?. No sé si los decanos son conscientes de la demora existente en sus propias facultades para tramitar los títulos y certificados que nos exigen para presentarnos a la prueba».
Tres condiciones
Con respecto al peso del expediente académico en la nota final, que los decanos aspiran a que sea mayor del 10 por ciento actual (frente al 90 por ciento del valor del examen), Expósito responde que «ese 10 por ciento es admisible y, en cualquier caso, nuestro objetivo es que fuera menor. Mayor, bajo ningún concepto».
El presidente del CEEM argumenta que «las notas de los expedientes tienen sesgos muy claros en función de la facultad de origen, y aumentar el valor del expediente académico incrementaría el peso de esos sesgos en la nota final. El examen es una prueba objetiva y niveladora y, por tanto, lo que más debe valer».
Expósito afirma que el CEEM sólo se plantearía la posibilidad de estudiar el incremento de ese porcentaje con tres condiciones: «Que la nota del expediente se valorará de 1 a 10 (la escala actual es de 1 a 4); que se contabilizaran los tres primeros decimales de esa nota, para que el discernimiento fuera mayor y más justo, y que se arbitrara un factor de corrección que normalizase las diferencias de valoración existentes entre las facultades».
