La SEDEM reivindica el reconocimiento de la Educación Médica por la Universidad

Acta Sanitaria, 1 de marzo de 2018 DURANTE LA ENTREGA DE LOS PREMIOS DE LA CÁTEDRA FUNDACIÓN LILLY-UCM. Durante el acto de entrega de los Premios Educación Médica  promovidos...

Acta Sanitaria, 1 de marzo de 2018

DURANTE LA ENTREGA DE LOS PREMIOS DE LA CÁTEDRA FUNDACIÓN LILLY-UCM.

Durante el acto de entrega de los Premios Educación Médica  promovidos por la Cátedra que la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Lilly está dedicada a tal fin, la presidenta de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM), Milagros García Barbero, reivindicó el reconocimiento de esta disciplina por la Universidad, pues entiende que la enseñanza debe cambiar al ritmo en que lo hace la sociedad.

En la tarde/noche del miércoles 28 de febrero, la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM hizo entrega de los Premios de Educación Médica 2017 que, en esta su décima edición, recayeron sobre el proyecto “Modelo educativo para desarrollar Actividades Profesionales Confiables” (MEDAPROC),  presentado por la doctora Alicia Hamui, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y al software “Portafolio electrónico para especialistas en formación”, impulsado por el Dr. Álvaro Castellanos, del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario y Politécnico La Fe y del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (Valencia). Con estos premios, la Cátedra reconoce aquellas iniciativas dirigidas a mejorar el proceso educativo en sus distintas vertientes: estructura docente, proceso o resultados obtenidos.

El acto, que tuvo lugar en la Sala de Grados de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid,  estuvo presidido por el vicerrector de Política Científica, Investigación y Doctorado de la UCM, Ignacio Lizasoain, a quien acompañaban el rector de la Facultad de Medicina de la citada universidad, José Luis Álvarez-Sala; la presidenta de la SEDEM, Milagros García Barbero;  el director de la Fundación Lilly, José Antonio Sacristán, y el director de la Cátedra de Educación Médica, Jesús Millán Núñez-Cortés.

Acogida creciente

En su intervención, el director de la Fundación Lilly, José Antonio Sacristán, recordó que, aunque la Cátedra llevaba 12 años de actividad, los premios cumplían diez años y su acogida había ido creciendo significativamente, como lo ponía de manifiesto que, en esta edición, se habían presentado 85 candidaturas, 11 de ellas procedentes de países hispanoamericanos. Y comentó que las iniciativas premiadas tenían  en común, por un lado, su carácter innovador y, por otro, la posibilidad de aplicación a otros entornos y/o especialidades. Asimismo, ha hecho hincapié en la relevancia que tiene la educación del profesional médico en el ejercicio clínico y la atención a los pacientes, “en quienes se debe centrar la Medicina. Por ello, la formación en valores y competencias de comunicación deben tener un papel tan relevante como los conocimientos científicos”.

Los datos de la actividad de la Cátedra fueron presentados por su director, el profesor Jesús Millán, quien insistió en el gran objetivo de su trabajo, la medicina centrada en el paciente, lo que obliga a un cambio en la enseñanza, pues -según dijo- es fácil enseñar conocimientos, pero no lo es tanto enseñar habilidades y mucho más difícil, valores. El profesor Millán insistió en que la Medicina debe centrarse en los enfermos más que en las enfermedades.

Integración de la teoría y la práctica a través del pensamiento crítico

El proyecto “Modelo educativo para desarrollar Actividades Profesionales Confiables” (MEDAPROC) ha sido distinguido en la categoría al “Premio al Mejor Proyecto o Trabajo en la Enseñanza de Grado”, entre otras razones, por “la integración entre la teoría y la práctica al impulsar desde las aulas ambientes en los que los estudiantes desarrollan el pensamiento crítico a partir de casos reales”, subrayó el profesor Jesús Millán.

MEDAPROC, que empezó a diseñarse en 2012, tiene como objetivo estructurar las competencias médicas que se enuncian en los documentos curriculares de las instituciones educativas en salud en México. Según explicó la doctora Alicia Hamui, “es una propuesta pedagógica basada en cuatro principios: teoría experiencial, aprendizaje situado, práctica deliberada y práctica reflexiva. Parte de los contenidos de las asignaturas e innova en las estrategias didácticas y modalidades de evaluación para enseñar y aprender los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes en diversos contextos: el aula, entorno clínico, simulado o comunitario”. Algunas de las características principales de este modelo es que es estructurado y flexible al mismo tiempo, y que promueve el trabajo interdisciplinario y en equipo.

“Al plantear estrategias educativas que van más allá de los enunciados de las competencias, fomenta la relación pedagógica en la práctica. Además, plasma en ejercicios de didáctica, evaluación y análisis los niveles esperados de las actividades profesionales confiables del estudiante en distintas áreas y momentos de su trayectoria académica, de forma que contribuye al logro de las competencias del médico general al terminar los estudios”, resumió la doctora Hamui.

En esta categoría, resultó finalista el proyecto “Desarrollo de un Programa formativo, transversal e integral en Competencias Clínicas de Comunicación e Investigación en el 6º Curso del Grado en Medicina”, presentado por el Dr. Manuel Rodríguez Zapata, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcalá (UAH).

Un software para evaluar el desarrollo formativo del especialista

El Premio al Mejor Proyecto o Trabajo en la Enseñanza de Postgrado o Formación de Especialistas se otorgó al “Portafolio para para especialistas en formación”, una aplicación informática para promover la adquisición de competencias y facilitar la reflexión sobre el progreso de formación del residente a partir de una recopilación de evidencias que demuestran la competencia profesional del propietario. “Gracias a la tecnología, se potencia la evaluación formativa como motor de aprendizaje y facilita la visión del crecimiento del especialista en formación. Es un documento que refleja los logros alcanzados y las actividades realizadas durante todo el periodo de formación especializada”, destacó el profesor Jesús Millán de esta iniciativa ganadora.

Tal y como aclaró el doctor Álvaro Castellanos, esta aplicación “no es un mero registro de actividad ya que, además de las actividades docentes recibidas y dadas, asistencia a cursos, actividades de investigación, y el registro de todas las técnicas y procedimientos realizados, sino que también incluye los formularios completos de todas las evaluaciones realizadas para la adquisición formal de todas las competencias del programa de formación, con los resultados de los ejercicios de evaluación formativa, puntuaciones obtenidas, niveles de competencia alcanzados, fortalezas, aspectos mejorables y los planes específicos de mejora propuestos por el tutor tras cada ejercicio”.

Una de las características que facilitan el uso de este software es que se puede acceder a través de cualquier dispositivo informático a cualquier hora y en cualquier lugar con conexión a internet, un aspecto que “mejorará con una app que está en proceso de elaboración”, explicó el Dr. Castellanos.

El portafolio también incluye un pequeño manual de práctica clínica con pautas claras, basadas en la evidencia científica más actual, que permite al residente saber lo que se espera que haga en cada ejercicio de evaluación formativa realizado “a pie de cama” o en el laboratorio de simulación clínica. Dispone, además, de una comparativa de los niveles de competencia alcanzados en cada dominio con respecto a sus compañeros del mismo año y con respecto a los mejores de años anteriores. “El portafolio es propiedad del residente”, recordó el Dr. Castellanos, quien añadió que la información se podía descargar a un dispositivo externo y podía ser presentada donde el propietario/candidato creyera que podía ser valorada como ocurre en el Reino Unido”.

Por otro lado, la iniciativa Manejo de la Insuficiencia Cardiaca en Cardiología y Atención Primaria (MICCAP), impulsada por el doctor Vivencio Barrios Alonso, del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) y de la Universidad de Alcalá (UAH), fue reconocida como finalista en la categoría de formación de especialistas.

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