Diario Médico, 25 de abril de 2016
Hoy, hace 30 años, se promulgó la Ley General de Sanidad, que incluyó la creación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). La comunidad científica y sanitaria coincide en que fue un hito y el gatillo que permitió estructurar y organizar, para mejor, la investigación y la formación en salud en España. Tres décadas después, el reconocimiento sigue intacto, aunque aliñado con la necesidad de abrir nuevos retos que impulsen lo ya consolidado y que ayuden a superar los años de reducción presupuestaria.
El ISCIII ha tenido 11 directores; DM ha hablado con todos ellos. Sus parabienes hacia el Instituto y hacia su labor no les impide añadir cierta voz crítica, que pide pasos al frente para que siga siendo la referencia que es ahora.
Cuando el por entonces ministro de Sanidad, Ernest Lluch, dio el OK definitivo para su nacimiento, sus asesores y la comunidad científica y biomédica tenían claro el modelo que se quería imitar: los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos. A su imagen y semejanza, el ISCIII surgió con la idea de albergar desde el principio un programa intramural y otro extramural,. El primero creció rápidamente y el segundo tuvo que esperar un poco más.
Pasos decisivos
Son muchos los avances sucedidos en 30 años (ver cronograma inferior): desde el primer real decreto que lo desarrolló formalmente, en 1988, pasando por la creación del CNIO y el CNIC y la integración definitiva del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), hasta el desarrollo de las redes de investigación (Retic), los Centros de Investigación Biomédica en red (Ciber) y los Institutos de Investigación Sanitaria (IIS), el ISCIII no ha dejado de crecer.
Lo amparan cifras importantes, según recapitula Jesús Fernández, su actual director. Más de 19.000 proyectos de investigación y más de 3.000 investigadores financiados han estado bajo su ala. A día de hoy, cuenta con más de mil trabajadores y con 1.800 proyectos activos de investigación financiados.
Pero no vale vivir de cifras y rentas. El ISCIII tiene ante sí muchos retos. El primero y más cortoplacista, recuperarse de los años de ajuste presupuestario (perdió fondos consecutivamente entre 2009 y 2014). El segundo, impulsar la política de recursos humanos. El tercero, abrirse a nuevas áreas de estudio e influencia. Crecer en internacionalización, ganar en descentralización, modernizar infraestructuras y acercarse más aún a la investigación clínica y traslacional pueden añadirse a la lista.
- Son varios los retos a corto plazo: ganar fondos y personal; abrirse a nuevas áreas de estudio; acercarse aún más a la investigación traslacional, y modernizar infraestructuras
Jesús Fernández quiere «mirar hacia 2020 y más allá». Su objetivo a corto plazo es «cohesionar la investigación con el sistema sanitario, y facilitar más la coexistencia efectiva entre asistencia, investigación y docencia en el SNS».
Como estandarte de la salud pública, el ISCIII ha gestionado, con el Centro Nacional de Microbiología como escudero, numerosas crisis: las consecuencias de la colza en los 80, el entorno del VIH en los 90, y, ya en este siglo, las vacas locas, la gripe A, el SARS y, más recientemente, el Ébola. Para seguir haciéndolo con éxito, «debemos ganar en recursos y personal».
Política y ciencia
Más objetivos. En formación, la Escuela Nacional de Sanidad debe establecer «más relación con las iniciativas formativas de las autonomías, y ampliar el foco, cubriendo lo profesional pero abriéndose más a la sociedad», considera Fernández.
Rafael Nájera, primer director del Instituto, añade retos desde la voz crítica de la experiencia. «Los defectos del ISCIII son los de la Administración y los de la política, no los de los directores, gestores y personal». Lamenta infrafinanciación: «Los fondos son la expresión de las ideas políticas».
Hace diez años, Nájera hizo un estudio comparativo de la dotación en España del ISCIII con la de los NIH estadounidenses. Ajustando criterios correctores, el presupuesto español «era 5 veces inferior en lo sanitario y 20 veces inferior en investigación». Cree que los resultados actuales no serían mucho mejores.
¿qué Modelo? CNIO, Ciber
El primer director del Instituto pide «ampliar el marco, atendiendo mejor a las necesidades de la población». Aplaude la creación en su día de CNIO y CNIC, pero cree que «el SNS necesita más proyectos similares. Se hacen cosas, como los Ciber, pero faltan instituciones específicas e independientes».
Su lista de debes continúa:»Falta organizar y estructurar más áreas de estudios. La temática es fundamentalmente salud pública; hay que llegar a más sitios». Su última petición, que no la menos importante, es para la política de personal: «Jesús Fernández y Antoni Andreu -su penúltimo director- han logrado avances en los últimos años, pero se necesitan más plazas».
Los retos de futuro están claros. Que la importancia del Instituto desde su creación ha sido capital, también. Y que, en estas tres décadas, pudo haberse progresado más y mejor, también. Jordi Camí, director general del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), alaba la aparición del Instituto, pero echa en falta «un mayor crecimiento de la parte intramural: ha faltado descentralización«.
¿Descentralizar?
Camí añade: «El ISCIII fue un líder, y aún lo es, pero le falta repartir liderazo geográficamente». Además de pedir «centros como el CNIO y el CNIC no sólo en Madrid», cree que aún falta consolidar los esfuerzos realizados para vincular los centros de investigación con los sanitarios: «El progreso aún es retórico. Son necesarias plazas financiadas por el Instituto para otros agentes más allá de los que le pertenezcan, y superar cierto hospitalocentrismo en el modelo de Institutos de Investigación Sanitaria. Su modelo puede ir más allá».
Emilio Muñoz, uno de los padres de la política, expresidente del CSIC y exdirector general de Política Científica, retrotrae a los años 80 un debate recurrente: ¿debe pertenecer el ISCIII a Sanidad o Investigación?
Desde su fundación hasta 2008 estuvo bajo el ala del Ministerio de Sanidad. Ese año, con la creación del Ministerio de Ciencia, cambió de cartera. En 2011, tras extinguirse el ministerio de Ciencia, pasó a depender del de Economía, aunque con una doble adscripción con Sanidad.
¿En Sanidad o Ciencia?
Muñoz, ahora presidente del comité científico de Asebio, recuerda que el debate nació paralelo al Instituto: «Muchos creíamos oportuno que su fundación se recogiera en la Ley de Fomento de la Investigación Científica». Esta norma, la primera sobre ciencia, nació a la vez que la Ley General de Sanidad. El ministro Ernest Lluch y su entorno decidieron adherir el ISCIII a ésta última.
«Tuvo su independencia y su relación con la Sanidad porque así lo quiso la comunidad médica», recuerda Muñoz, que reconoce que la apuesta salió bien. Pasados los años «fue faltando lo de siempre: financiación, fruto del ya clásico desapego entre política y ciencia». A su juicio, su estrecho vínculo sólo sanitario «quizá le haya echo dejar algo de lado otras áreas biológicas».
El Instituto, según añade, ha intentado «generar una especie de Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) vinculado a la salud, una suerte de agencia de innovación» que no habría cuajado. La introducción de la I+D+i en el entorno hospitalario es, en su opinión, el mayor acierto del Instituto, y a la vez el mayor reto: «Hay que impulsarlo».
Ésta última palabra se antoja clave. Si hay algo que, 30 años después, precisa el ISCIII, es eso: impulso.
Cronología: 30 años en 8 momentos
1986: Nacimiento
La Ley General de Sanidad es la responsable de crearlo. Al mismo tiempo surgió la primera ley de investigación española; el ministro Ernest Lluch quiso que el ISCIII naciera ligado a la primera.
1998-99: Nacen CNIO y CNIC
José María Aznar, Ana Pastor, Mariano Barbacid, José Ignacio Echániz, José Manuel Romay Beccaría… La inauguración oficial del CNIO, en 2003, da una idea de su relevancia.
2001: Integración del Fis
El Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), ideado por José María Segovia de Arana, queda finalmente integrado en el ISCIII, tras 15 años de avances progresivos en este sentido.
2002: Surgen las Retic
Aparición de las Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud (Retic) para desarrollar proyectos biomédicos colaborativos. En la actualidad, existen 17 redes cooperativas.
2006: Aparición de los Ciber
Los Centros de Investigación Biomédica en Red (Ciber) surgen entre 2006 y 2007. En 2012, todos menos uno (hay 12, con 3 creados este mes) quedan bajo el ala de un consorcio administrativo.
2008: ‘Adiós’ a sanidad
Tras surgir el Ministerio de Ciencia e Innovación, liderado por Cristina Garmendia, el ISCIII pasó a esta nueva cartera, desvinculándose de Sanidad. Ahora tiene una doble pertenencia ministerial: Economía-Sanidad.
2009: Primeros IIS
Los Institutos de Investigación Sanitaria (IIS) surgieron para fomentar la investigación traslacional en hospitales. En la actualidad hay 26, tras irse añadiendo año a año a los 5 primeros.
2014: La crisis del Ébola
La última gran crisis que ha gestionado el ISCIII, con importancia capital del Centro Nacional de Microbiología (en la imagen, Manuel Cuenca, Anabel Negredo y Pedro Anda).