ConSalud.es, 24 de abril de 2017
La Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina cuestiona la limitación en el acceso de los estudiantes de Medicina a las historias clínicas que introduce un protocolo aprobado por Sanidad en febrero.
El protocolo aprobado por el Ministerio de Sanidad el pasado mes de febrero para salvaguardar el derecho a la intimidad de los pacientes sigue generando debate entre los profesionales. De hecho, ha sido uno de los temas tratados en la última Asamblea de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM), celebrada este fin de semana.
Como explica a Consalud.es el presidente de este organismo, José Luis Álvarez-Sala Walther, el principal problema de esta normativa es el que limita el acceso de los estudiantes de Medicina a la historia clínica de los pacientes, con fines de investigación o docencia.
Concretamente, en su artículo 7.2, el protocolo establece que los alumnos podrán acceder a la historia clínica pero con los datos personales “disociados” o a historias clínicas “simuladas” por el responsable de docencia, “a fin de garantizar que el aprendizaje derivado de las mismas se realiza respetando la intimidad y confidencialidad de los datos de salud”.
El hecho de que los datos personales del paciente tengan que estar separados de sus datos clínicos hacen que los decanos pongan “la pelota en el tejado de la administración”, puesto que “si para acceder a una historia clínica tiene que estar anonimizada, lo tendrán que hacer los hospitales o quien lo tenga que hacer, pero no lo pueden hacer las facultades”.
Exactamente, el protocolo establece que “la disociación de datos habrá de realizarla un profesional sanitario sujeto al secreto profesional u otra persona sujeta a una obligación equivalente de secreto”.
Álvarez-Sala duda de que esta separación pueda garantizarse porque “los sistemas informáticos de los hospitales, hoy por hoy, no pueden garantizar un acceso a una historia clínica anonimizado”, y rechaza que se limite este acceso puesto que “es necesario para la formación del estudiante. Los alumnos tienen que ver radiografías, ver historias y hablar con los pacientes, porque la enseñanza se basa en eso”.
PÉRDIDA DE PROFESORES VINCULADOS
Por otro lado, los decanos de Medicina también han tratado en su encuentro aspectos como la pérdida de plazas de profesorado médico en la facultad, especialmente en el caso de los profesores vinculados, que se dedican a la enseñanza clínica en los hospitales. “Se ha sufrido un pérdida dramática en los últimos cinco años. Actualmente tenemos un 50% menos de profesores lo que supone una pérdida de la calidad docente”, indica el portavoz de los decanos.
A ello se suma otra tendencia que los decanos consideran peligrosa, como es el exceso de admisión de alumnos a las facultades en relación con las posibilidades de salida que tienen después por la vía MIR. Según Álvarez-Sala, el número de egresados está muy por encima de las plazas MIR que se convocan (unas 500 menos), lo que lleva a que “casi el 50% de los que se presentan al examen se quedan fuera de la formación sanitaria especializada. Y así se quiebra el continuum educativo”, por ello aboga por atajar el problema “de manera efectiva y contundente”, entre otras cosas, limitando la apertura de nuevas facultades.