Acta Sanitaria, 6 de febrero de 2018
Con motivo de la celebración este sábado, 10 de febrero, de una nueva edición del MIR, y para conocer las impresiones de los estudiantes de Medicina para el 2018, Acta Sanitaria ha hablado con el presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Alejandro Iñarra, que pone en valor la necesidad de mejorar la Educación médica, de frenar la apertura de nuevas Facultades de Medicina y de resolver la “incertidumbre” que rodea a la Troncalidad. “No podemos reducir el aprendizaje solo a los conocimientos teóricos y a las clases magistrales”, reflexiona, además, el presidente del CEEM.
Acta Sanitaria (AS).- ¿Cuáles son los objetivos del CEEM y de usted como presidente para este año?
Alejandro Iñarra (AI).- Algo que vertebra el espíritu del CEEM es el activismo y el entusiasmo. Como estudiantes, salimos de las aulas con el propósito ilusionante de mejorar el mundo que nos rodea, de forma totalmente altruista; esto se repite cada año y, si cabe, esta ilusión aumenta. En mi cargo, junto con el resto del maravilloso equipo de personas que tenemos, pretendo desempeñar una labor de facilitación e impulso de ese anhelo constante por cambiar nuestras realidades. La mejora de la docencia en el Grado siempre es prioritaria en el CEEM por cómo impacta en nuestra vivencia de la Universidad.
AS.- ¿Qué papel tiene la educación y la formación en la Medicina?
(AI).- En los últimos tiempos, parece haberse olvidado que un pilar fundamental de la profesión médica es la docencia. La Universidad tiene que constituirse como un espacio de crecimiento cooperativo, de reflexión crítica, que aporte autonomía al estudiante y no una institución competitiva y desmotivadora. No podemos normalizar una Universidad gris, cuando por definición es una institución que construye futuro y movimiento social. No es de recibo la falta de organización que vivimos en nuestras prácticas clínicas, no nos podemos sentir intrusos en las mismas.
“El apellido ‘universitario‘ de algunos hospitales ha quedado reducido a un término publicitario”
AS.- ¿Qué posibles soluciones ofrecen los estudiantes?
(AI).- Apostamos por nuestra integración en el servicio sanitario, de modo que estamos trabajando para que exista un reconocimiento y definición de nuestro papel competencial en las prácticas clínicas por medio de un estatuto que propondremos a la Administración. He de añadir que el apellido ‘universitario‘ de muchos hospitales ha quedado reducido a un término publicitario. Además, al docente se le tiene que reconocer su labor y también tiene que haber una excelente formación de quien forma. El sinsentido de la apertura de nuevas Facultades es otro de nuestros grandes retos y agresiones, tanto a la educación médica como a nuestro futuro.
Por otro lado, como hicimos el año pasado, continuamos apostando por una Medicina feminista. Es necesario realizar una reflexión profunda sobre este tema, de la cual, posteriormente, emanen cambios en el mundo sanitario. Desde el CEEM entendemos que es labor de todos y todas participar de este cambio social; no obstante, son las mujeres quienes tienen que liderar este movimiento, por coherencia con el mismo. De ahí que en el grupo de trabajo que se creará en el Foro de la Profesión Médica, las personas propuestas por parte del CEEM serán mujeres.
AS.- Antes de terminar 2017 ya pidieron como deseo para 2018 que se acabara con el “negocio” de la apertura de Facultades. ¿Cree que lo podrán ver cumplido, al menos en parte?
(AI).- Trabajamos siempre con optimismo y ambición, pero es evidente que este delirio continúa escalando con consecuencias realmente graves. Hace 10 años, en España teníamos 28 Facultades de Medicina; actualmente, hay 42 Facultades, todo ello sin un estudio de necesidades del sistema sanitario y educativo. Ello responde a que la apertura de Facultades de Medicina supone un beneficio propagandístico para el político de turno o bien, un lucro particular en caso de ser Universidades privadas.
AS.- ¿Cómo afecta a la profesión el exceso de alumnos de Medicina en las universidades?
(AI).- Hay que entender que la apertura de nuevas Facultades supone un impacto doble. Por un lado, en la docencia y, por otro, en nuestro futuro. En materia de docencia supone una desviación de recursos que son necesarios para muchas Facultades ya existentes, que se encuentran en una situación económica y de profesorado precarias. Además, a eso hay que añadir que el número de hospitales es el que es, la apertura de nuevas Facultades supone una masificación del entorno sanitario y va en detrimento de la calidad formativa y asistencial.
“Las Administraciones son pasivas e ineficaces ante las consecuencias de la apertura de Facultades”
Esto condena a muchos de nuestros compañeros y compañeras a un exilio forzado. El Estado está invirtiendo en recursos para formar a alguien que luego va a echar. Ante esto, observamos que las Administraciones centrales son pasivas e ineficaces. Nuestro gran reto es mostrar al estudiantado que es un problema que nos viene afectando desde hace tiempo y mostrar, al propio paciente, que la apertura de nuevas Facultades afecta directamente a su calidad asistencial.
AS.- En unos días se celebra una nueva edición del MIR, al que se presentarán un millar más de estudiantes que en la edición anterior y tras el que casi 8.000 quedarán sin plaza. ¿Qué le parece el aumento de vacantes del Ministerio de Sanidad?
(AI).- Siempre celebramos cualquier aumento de plazas porque ello revierte de forma positiva en la calidad asistencial y, en cierto modo, es un analgésico para la apertura de nuevas Facultades. Sin embargo, mirando las estadísticas con perspectiva, la tendencia ha sido al descenso de plazas (de 7.470 en 2008 a 6.513 este año). Un analgésico no cura, no ataja el problema. Por ello, con respecto al número de plazas, reclamamos una adecuación del mismo al numerus clausus. Algo tan lógico como ajustar las necesidades.
AS.- En general, ¿qué le parece la labor de este Ministerio en la formación de los médicos?
(AI).- Uno de los grandes problemas es que, en muchas ocasiones, el MIR se desvirtúa olvidándose la principal función formativa que tiene este periodo y cargando laboralmente al MIR en exceso. La precarización del Sistema Nacional de Salud (SNS) hace que muchos de nosotros no nos podamos plantear un proyecto personal más allá de nuestro plano profesional. Además, como estudiantes de Medicina, observamos cómo el MIR nos aporta a nivel docente, muchas veces de forma totalmente altruista, pero nuestro tutor no decide ocuparse de nosotros. Sin embargo, esta labor docente del MIR no se reconoce. A nivel de nuestras prácticas, resulta crucial un diálogo y coordinación adecuados entre Educación y Sanidad y ello muchas veces no se da.
“Reclamamos que haya una profunda renovación y revolución en la educación médica”
AS.- Han pedido en varias ocasiones diálogo al ministro de Educación, también. ¿Qué le quieren trasmitir?
(AI).- Con el Ministerio de Educación tenemos múltiples frentes abiertos. Al ya expuesto anteriormente, de la apertura de nuevas Facultades de Medicina, se suma el déficit de profesorado clínico que comienza a haber en las Facultades. Algo que nos parece totalmente ilógico es que el criterio de promoción y selección del profesorado siga siendo fundamentalmente el de su labor investigadora. El Ministerio de Educación debería facilitar la renovación del profesorado.
La Universidad tiene una doble vertiente, docente e investigadora y, sin embargo, la vertiente docente ha quedado denostada. Es por ello que reclamamos que haya una profunda renovación y revolución en la educación médica en este sentido. Es incomprensible que la forma de transmitir conocimiento sea igual hoy que hace 100 años. No podemos reducir el aprendizaje solo a los conocimientos teóricos y a las clases magistrales.
AS.- En el caso de la Troncalidad, parece que saldrá adelante con el único cambio de la memoria económica, razón por la que el Tribunal Constitucional suspendió su aplicación. ¿Cree que se ha tenido en cuenta la opinión de los profesionales? ¿Qué ventajas e inconvenientes tendría la aprobación final de esta Troncalidad tal como está planteada?
(AI).- La palabra que mejor define a la Troncalidad es ‘incertidumbre‘ y es la misma la que genera escepticismo. Además, la falta de diálogo con los agentes ha sido evidente durante todo el proceso. La formación de los tutores y su incentivación, la paulatina acreditación de unidades docentes, la doble elección MIR, la no definición de los itinerarios formativos, la falta de adecuación a la propuesta europea de las duraciones de los programas y la infraestimación presupuestaria siguen siendo grandes incógnitas y lo que no queremos los estudiantes es una implantación fallida, como ocurrió con el Plan Bolonia en el Grado. Una de nuestras líneas rojas con respecto al futuro de la formación especializada es que la elección sea única. La ventaja es que nos otorga una oportunidad de mejora de un sistema que ha sido bueno, pero que necesita una renovación que responda a las nuevas necesidades actuales. Nuestro compromiso por la mejor del sistema de formación especializada es firme, por ello exigimos al Ministerio de Sanidad que escuche a la profesión.