Siete Días Médicos, 6 de septiembre de 2016
Entre los días 27 y 31 de agosto ha tenido lugar en el Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB) la reunión de la Association for Medical Education in Europe (AMEE2016), organización que actúa a nivel mundial, con miembros en 90 países de los cinco continentes.
Mercedes Mayoral
La AMEE promociona la excelencia internacional en la educación de las profesiones sanitarias, desde la formación universitaria y la residencia hasta la formación continuada de los profesionales a lo largo de la vida. Entre sus miembros se encuentran profesores, educadores, investigadores, administradores, desarrolladores de currículo, decanos, asesores, estudiantes y residentes de medicina y otras profesiones sanitarias.
Así pues, Barcelona se ha convertido, durante unos días, en el centro mundial de la formación y educación sanitarias, con 3.500 asistentes (un 3% más que el año pasado) llegados de 80 países. Entre los asistentes había profesores universitarios, conferenciantes, médicos, enfermeras, dentistas, veterinarios, sociólogos, psicólogos, estudiantes y personal de universidades de todo el mundo.
El programa albergó cerca de 300 sesiones en diferentes formatos: talleres: cursos precongreso, sesiones plenarias (con cerca de 3.000 personas en la sala), simposios, comunicaciones, conferencias, PechaKucha, Point of View y las divertidas sesiones del AMEE Fringe. En total se presentaron más de 900 pósters.
Enseñanza de la Medicina en el contexto clínico
Durante el congreso, la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM) organizó un simposio dedicado a la Enseñanza de la Medicina en el Contexto Clínico. La sesión fue dirigida por el Profesor Jesús Millán Núñez-Cortés, vicepresidente de la SEDEM, y jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. El Profesor Millán introdujo el tema valorando las variables a considerar para obtener una educación médica de calidad. Por ejemplo, número y perfil de los estudiantes; capacitación, formación y reconocimiento de los profesores; los instrumentos de aprendizaje disponibles y, finalmente, los contenidos o planes de estudio. También convino en que la enseñanza clínica tiene grandes ventajas respecto a los años de enseñanza teórica: es más motivadora para el alumno, enseña el profesionalismo y se produce en el entorno natural para la enseñanza de la medicina. En cuanto a inconvenientes, requiere mucho tiempo y dedicación, ha de combinarse con la asistencia y la investigación y el entorno clínico es de por sí convulso y cambiante.
El segundo ponente, el Prof. Felipe Rodríquez de Castro, presidente de la SEDEM y decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, redundó en el tema y presentó una serie de propuestas, entre las que destacaba la necesidad de recuperar el juicio clínico, la importancia del role modelling del profesor frente a los alumnos, o la importancia del trabajo en equipo y del respeto a los demás profesionales en los equipos de salud. El Prof. Juan Antonio Vargas Núñez, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, abordó las características del profesor de clínica y, finalmente, el Prof. Ramón Pujol habló de la evaluación clínica.
Hubo también una sesión sobre las competencias olvidadas en la educación médica universitaria de las facultades de medicina españolas, que moderó el veterano Prof. Jordi Palés Argullós. En esta sesión Felipe Rodríguez de Castro abordó la necesidad de trabajar el razonamiento clínico; Juan Viñas Salas, de la Fundación Educación Médica, habló de la enseñanza y el aprendizaje de la bioética así como de la relación entre bioética y profesionalismo. También participó el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial, quien habló de la necesidad de unos códigos de comportamiento de la profesión que se deben transmitir a los estudiantes, códigos que debe elaborar la propia profesión de manera limpia, democrática y transparente. Finalmente, Jesús Morán Barrios, del Hospital Universitario de Cruces, presentó un estudio de 12 años (2001-2016) sobre las competencias adquiridas por los médicos españoles en las facultades de medicina españolas.